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30 vendredi Sep 2016
30 vendredi Sep 2016
30 vendredi Sep 2016
Queridos amigos,
soy P. P. B., sacerdote diocesano de …., Italia. He vivido como fidei-donum en la diócesis de Carabayllo Lima Norte, sirviendo el Obispo Mons. Lino Panizza en su deseo de construir la Universidad Católica Sedes Sapientiae. Yo y otro sacerdote de Florencia trabajamos en la Parroquia de Santa María de la Reconciliación en el distrito de Los Olivos. Aun más como formadores de seminaristas, diáconos y presbíteros de los primeros cinco años de ordenación. Desde dos meses he regresado a Florencia porqué estoy enfermo de ELA.
Desde mi llegada a Perú, agosto del 2008, he conocido la dos Casas de los jóvenes de Punto Corazón y la casa de las Hermanas en Guayabo, Lurín.
Yo pertenezco al Movimiento de Comunión y Liberación y como en todo el mundo los miembros de Punto Corazón participan de la catequesis que se llama Escuela de Comunidad.
Cada dos semana hemos compartido en la casa parroquial la Santa Misa, la Escuela de comunidad y un almuerzo. Han sido casi ocho años de verdadera amistad. He conocido el Carisma de Punto Corazón, he experimentado el metodo propio de la propuesta de vida a los jóvenes y a los consagrados. He conocido muchos jóvenes que ha tomado en serio la propuesta liturgica, catequetica, comunitaria, misionera e de servicio y han cambiado vida. Algunos ha tenido un verdadero encuentro con Jesús resucitado y han empezado una camino vocacional. He visto una propuesta clara y fuerte del cristianismo pero con una gran libertad. En las casas de los jóvenes he visto una seriedad en la vida personal de oración y comunitaria. Vivir con sencillez la pobreza, la castidad y la obediencia. Una amistad bella y desiderable.
Con las Hermanas hemos tenidos encuentros de fe, de formación, de amistad muy significativos. Estoy muy agradecido de la experiencia vivida, estimo la vida que ha nacido por el don del Espíritu Santo en este Movimiento. En las Hermanas y Sacerdotes que he encontrado, he visto una vida de fe, de oración y el deseo de servir la Iglesia con un corazón sincero.
Espero que la positivitad de los frutos de esta joven vida de movimiento, pueda servir para la necesaria purificación eclesial, por medio de la paternidad de los Pastores,
En comunión
Padre P.B.
29 jeudi Sep 2016
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in29 jeudi Sep 2016
Témoignage d’un prêtre argentin
Buenos Aires, 13 de mayo de 2016
Soy Sacerdote católico hace 7 años. Soy actualmente el Párroco de San ……, Diócesis de Quilmes, Argentina.
En esta oportunidad me dirijo a Ud. con el fin de dar mi Testimonio en favor de la Comunidad de Punto Corazón, a quienes conozco desde hace mas de 10 años. He tenido la alegría y oportunidad de conocer a sacerdotes y seminaristas de la Comunidad, compartir con ellos en diversos momentos y visitar sus casas y comunidades en varios países y continentes (Argentina, India, Tailandia, Chile). Muchos de ellos son mis amigos y mediante el vínculo de amistad he conocido también su carisma, del cual también me siento parte.
Ellos realizan una gran obra de compromiso con el Evangelio, animando comunidades y formándose para servir a los mas pobres en los lugares donde se encuentran. Trabajan muy bien con los niños, jóvenes y familias. Realmente quiero resaltar que sólo tengo palabras de elogio y un testimonio de la vivencia del Evangelio en cada oportunidad que he compartido con ellos. Viven de una forma clara lo que el Papa Francisco tanto nos pide en este tiempo: llevar el mensaje de Jesús a las periferias del mundo.
Los sacerdotes y seminaristas han dejado sus países con un fin misionero que es admirable, y también con una real inculturación y adaptación en los países donde son enviados. Se esfuerzan por ser parte de nuestra cultura (lo he visto aquí en Argentina!), y sus valores evangélicos son un testimonio para quienes estamos cerca de ellos.
Me interesa que este testimonio llegue a quien corresponda, porque considero mi deber escribir acerca de las buenas acciones y todo lo que ellos siembran para el Reino y la Iglesia. Estoy convencido que tienen un carisma para nuestro tiempo y una misión que es un desafío muy grande. Siempre lo hacen en fidelidad al Papa y a nuestra querida Iglesia, que necesita de los carismas que el Espíritu Santo suscita para su constante renovación.
Conozco muy bien a muchos sacerdotes de la Obra de Puntos Corazón, y en nombre de la amistad que nos une y los momentos compartidos, junto a la tarea que realizan y de la cual me siento un testigo privilegiado, le acerco mi testimonio y el anhelo de que la Comunidad y la Obra que ellos animan e impulsan siga creciendo con la bendición de Dios.
Quedo a su disposición para cualquier consulta posterior.
Un gran saludo en Cristo!
28 mercredi Sep 2016
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in28 mercredi Sep 2016
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inLima, 11 de mayo del 216
Les escribo a fin de contarle mi experiencia a través del carisma de PC; mi primer contacto con PC fue a través de las hnas., a quienes conocí en un retiro de CL, una de las cosas que me llamo la atención fue la presencia misma de las hnas., su forma de mirarte, su forma de acogerte, esa alegría y paz que transmitían, así que ellas al enterarse que vivía en Barrios Altos me invitaron al aniversario del PC Santa Rosa de Lima que en ese entonces iba a cumplir 10 años, gracias a esta invitación es que puede conocer al PC de BA y a la comunidad de aquel entonces.
Sin saber mucho, ni entender de qué se trataba la obra es que empiezo a acudir a las permanencias de los jóvenes del barrio, en donde nuevamente la sorpresa y las preguntas venían a mi cabeza, que hacen estos chicos aquí?, por qué vienen?, porque dejan sus familia?, que hacen en este barrio?, un barrio en el cual yo vivía pero ni me atrevía a caminar por algunas calles por lo peligrosas que son, como es posible que unos jóvenes paseen por el barrio sin miedo, ni temor y reciban a toda clase de gente, siempre disponible, siempre amables.
En la medida que iba acudiendo al PC la relación con los chicos voluntarios iba creciendo, cada vez más eran mis amigos y me sentía parte de la casa, empecé a conocer un poco más de la obra, a compartir con ellos los quehaceres de la casa, de los momentos de oración y del apostolado; igualmente continuaba participando de las permanencias con los jóvenes; es así que el PC se vuelve mi segundo hogar no solo para compartir la amistad, sino fue un lugar en donde podía encontrar concretamente a Dios, cuando me sentía mal, cuando necesitaba consuelo, sabía que ahí estaba!!!
27 mardi Sep 2016
27 mardi Sep 2016
26 lundi Sep 2016
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in12 травня 2016
Київ
«Дім Серця» у моєму житті.
Те, що дарує місія – це скарби, які варто віднаходити у нашому звичайному житті. Ті, які лежать у нас перед носом, але ми їх часами не помічаємо. Бо через їх постійну присутність у нашому житті вони втрачають свою яскравість. І слідом – яскравість самого життя теж втрачається.
Часто після волонтерства мене запитують: «Розкажи як там? Що там?». І дійсно, що ж там? Там друзі, добрі друзі і ми з друзями. Там ми вчимося приймати один одного. Там ми вчимося знаходити такі маленькі, зовсім не помітні скарби в найбідніших частинках наших сердець. І там ми їх відкриваємо один-одному.
Важливість життя спільноти це одна з найголовніших частинок буття. Спільноти не в сенсі конкретної групки людей, а спільноти в сенсі самого відчуття спільності з людьми. Саме розуміння поняття, і відчуття цього в реальності. Насправді це одне з нелегких завдань нашого життя. Як можна жити в спільності (в єдності, в мирі) з людиною, що поруч. Мені це інколи важко вдавалося. Наприклад, через постійну присутність рідних поруч втрачається їхня цінність в твоєму житті. А точніше, ми просто не помічаємо цього, забуваємо наскільки вони важливі для нас. Ці маленькі деталі, що ми губимо, «Дім Серця» підбирає і вкладає в руки, з теплотою любові.
Коли я приїхала на місію, перша думка яка перевернулася з ніг на голову – «я їду, для того, щоб подарувати своє життя там на місії». Але відбулася річ, яка в 200 разів більш дивовижна. Відбулася єдність. Та, яка є в справжній дружбі. Взаємне дарування себе, свого часу, своїх переживань, радості чи сліз. Бути поміченим, потрібним, вислуханим. Помічати, приймати, слухати… Бо всі ми одинакові, всі маємо спільне в малих але таких потрібних речах. І тоді дорогоцінність, втрачена мною, вже не лежить в руках, а вкладається в серце руками наших друзів на місії. І виростає з кожним днем більше і більше. Ми повертаємось додому з таким подарунком: «я їхала, щоб вчитися дарувати своє життя, щоб ділитися цим прагненням і потім разом з друзями вчитися дарувати життя один одному і іншим». Я повертаюсь додому і я досі вчусь. Крок за кроком, разом з друзями, рідними, тими хто мене оточує тут. Щоб розуміти спільність, щоб бути єдиним. Ось, що робить Дім Серця.
Власний досвід переживання. Той, який неможливо передати на 100%, але можна поділитись. Я православна християнка. І завжди прагнула дізнатися глибше католицькі обряди, щоб об’єднати скельця християнства в один вітраж. Мене направили в Грецію, напевне, щоб я не почувалась зовсім розгубленою. Я виросла в східному обряді, тому не завжди цікавилась глибше своїми традиціями. А через свій досвід життя у молитвах зі спільнотою та слідуванню латинським обрядам, в моєму серці об’єдналися давно знайдені але ніяк не складені до купи дві частинки. Насправді, мабуть через постійну метушню в буденному житті я дуже легко втратила розуміння присутності Бога. Завжди легше розуміти, що Він є поряд, коли є спокій і тиша навколо. Адже «Бог говорить у тиші». І як же тоді Його почути, коли навколо стільки шуму? І це нелегко для мене. Я справді дуже полюбила часи Адорації. Часи тихої молитви. Але ще більше мені полюбилася спільна молитва. Коли Бог торкається наших сердець – ми найбільш вразливі. Але ця вразливість стає міцним кам’яним муром єдності спільноти. Єдності через Нього. Що дає глибоке усвідомлення того, що в центрі всього, що гармонічно рухається у Світі є Він. Мабуть саме так мені вдалося поставити Його у центр мого життя. І віднайти Його навіть на дуже голосній вулиці, через тиху молитву в серці.
«Дім Серця» тепер і є моє життя. Це не місія на 16 місяців. Ці майже півтора року – це лише школа життя в Єдності, в якій всі є учнями і вчителями. «Дім Серця» – це Дім любові Ісуса, це НАШІ серця.
(М. І, 21 рік
колишня волонтерка «Дому Серця»)
26 lundi Sep 2016
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inJednym z bardziej rzucających mi się w oczy owoców mojej misji z Domami Serca jest większa wrażliwość/ pamięć modlitewna o innych osobach, które albo polecały się mojej modlitwie, albo z pewnych względów wydaje mi się, że jestem w ten sposób za nie odpowiedzialna (włączając w to rodzinę, moich chrześniaków, osoby poznane na misji, darczyńców, przyjaciół, jak i przypadkowo spotkanych ludzi). Z pewnymi wyjątkami staram się codziennie kontynuować dziesiątkę różańca.
Częściej spowiadam się i jestem na Eucharystii, mogąc w niej w pełni uczestniczyć. Jak przed wyjazdem, tak i po powrocie staram się regularnie chodzić na Adorację.
W czasie spędzonym z Domami Serca myślę, że więcej musiałam sobie zadawać pytań o stosowność mojego wcześniejszego podejścia i nastawienia do wszelkich uroczystości kościelnych. Wcześniej jako parafianka kościoła katedralnego starałam się ich unikać, bo nużył mnie czas ich trwania, denerwowała ich zewnętrzna oprawa, odstraszała ich masowość. A w Dakarze staraliśmy się uczestniczyć w życiu diecezji (ingres biskupa, wzięcie do katedry na mszę krzyżma grupki dzieci i starszych przyjaciół, święto młodzieży w Niedzielę Palmową, obecność na święceniach kapłańskich, czy ślubach wieczystych reprezentacji wspólnoty). Korzystaliśmy też z gościnności innych wspólnot obecnych w diecezji, jak Wspólnota Braci z Taize, Ognisk Miłości, Wspólnota Braci św. Jana, Benedyktyni i Benedyktynki, spędzając u nich dni pustyni, rekolekcje, czy też uczestnicząc razem we mszy św. W domu jeden od drugiego dowiadywaliśmy się o przeczytanych wiadomościach z Kościoła Powszechnego (pielgrzymki papieskie, prześladowania chrześcijan). A propos Kościoła Powszechnego – ciekawym odkryciem było dla mnie (dzięki odmawianej codziennie modlitwie Liturgii Godzin i wspólnocie), że ma On więcej świąt nakazanych niż Kościół w Polsce. 😉
Rok z Domami Serca był też czasem, kiedy mogłam sobie przypomnieć czym jest „wierność” swojej parafii (mieszkając wcześniej w większym mieście próbowałam „churchingu”(trafnie krytykowanego przez C. S. Lewisa w „Listach starego diabła do młodego”), wybierając gdzie co mi bardziej odpowiada). Chodzenie na codzienną mszę św., przez większość czasu głównie do naszego kościoła parafialnego, wspólne pielgrzymki do sanktuarium Maryjnego (z dziećmi, w Wielkim Poście, w pieszej chciałam, ale nie mogłam wziąć udziału), zabieranie dzieci na niedzielną mszę św., zapraszanie raz na miesiąc księdza by odprawił u nas w kaplicy mszę św. i został na kolację, były to momenty budowania więzi z Kościołem lokalnym. Drzwi naszego domu były też otwarte (w dosłownym tego słowa znaczeniu) na czas modlitwy różańcowej, nocy Adoracji, często nieszporów, czy mszy odprawianych już później przez nowo-wyświęconego księdza z naszej wspólnoty.
Sprawy, o których wspomniałam, to oczywiście nie wszystko. Jedną, którą jeszcze chciałabym dodać, to częstsze stawianie sobie pytania o miłość (odpowiedziami pewnie nie ma się co chwalić, bo jestem słabym i opornym człowiekiem, ale chodzi mi o pewną zmianę perspektywy).